La Guerra Civil convirtió a Burgos en uno de los principales centros de poder del franquismo. La ciudad prosperó, se llenó de gente y, aparentemente, no sufrió las consecuencias del conflicto. A la capital de la España sublevada llegaron cientos de periodistas nacionales y extranjeros. En este aparente ambiente de prosperidad y calma, las cárceles y los campos de concentración se llenaron y fueron cientos los ejecutados y desaparecidos. Este libro ofrece una relación detallada de los periodistas fusilados en Burgos y de los periodistas burgaleses represaliados en otras provincias, entre ellos cuatro ejecutados por el Frente Popular, e incluye la lista de los detenidos, encarcelados y sancionados y de los que llegaron hasta la capital con la intención de sumarse a la causa de Franco. Se profundiza en la estrategia, normas y organismos creados para el control de los medios de comunicación y sus profesionales, que dejaron de cumplir su misión informativa y se afanaron en la difusión de mensajes propagandísticos, analizados en esta obra junto con las fotografías de la época a través de las cuales transita la vida cotidiana del Burgos de la retaguardia.