Sustancialmente La otra mirada no es más que un cuestionamiento del acontecer de la literatura española desde el final de la Guerra Civil hasta el momento actual. Partiendo de la creatividad significativa y sugerente de principios del siglo XX y los años consiguientes, se sigue la derrota de una literatura que, o bien como principio de una nueva necesidad política o, por el contrario, el resistencialismo intelectual, en ambas coyunturas, adocenaron la creatividad literaria a instancias espurias a su necesidad, de tal manera que por un lado se anquilosó en fórmulas petrificadas y por el otro –la subversión-se amoldó a cánones en los que el compromiso político se subyugaba a la exigencia literaria que no debía ser otra que la creatividad sobre el compromiso.

La poesía fue la más perjudicada de esta excepcionalidad. Y la poesía, como canto del pueblo, se vio condicionada por tales presupuestos.

Pero, en definitiva, poesía, novela, teatro, por singularizar unos géneros, quedaron supeditados a movimientos y ciclos que desde el extranjero nos llegaban, sin que el numen nacional reaccionara e, igual que hicieron los de la Generación del 27, por ejemplo, promocionaran una capacidad de fabulación, inventiva, seducción, originalidad, diferencia y novedad que nos arrancaran de tantos caminos trillados en los que muy pocas espigas cuajadas nos llevarán inevitablemente al desaliento.