“León fue el lugar, después de Madrid, donde más tiempo pasó el padre Poveda”, el fundador de la Institución Teresiana, que nació en 1917 en la calle Alfonso XIII, como se llamaba entonces la actual calle La Rúa, y fue un foco de formación de maestras y bachilleres en sus comienzos, para convertirse también en colegio a medida que “lo demandaron las necesidades”, explica A. Gaitero, al dar la noticia en el Diario de León.

Inspirado en los más avanzados métodos pedagógicos como los de la Institución Libre de Enseñanza, el padre Poveda quiso imprimir una orientación cristiana a la formación de normalistas para que en las escuelas públicas donde ejercieran llevaran “la presencia creyente y esmerada profesional”, explica la autora. “La huella del padre Poveda en León está presente en el contrato de arrendamiento del primer local que ocupó y también en el que se suscribió en 1928 con los Agustinos para trasladarse a la actual ubicación. Pero, sobre todo, dejó su estela en el clima educativo de la Academia-Internado que inició su andadura con cinco profesoras y ocho alumnas en 1917”.

“La promoción de la mujer desde la institución no se limitó a las profesionales, pues también abrió una escuela para obreras que llegó a tener más de cien alumnas adultas”, señala Patrocinio García en la obra.