Muchos contrastes y diferencias distinguen el mundo antiguo del mundo moderno, pero ninguno de tanto relieve como la existencia de la esclavitud, que constituye la base y el fundamento de la sociedad antigua. Y tal vez ningún otro historiador del siglo XX como Ettore Ciccotti haya investigado directamente los datos tradicionales y las reliquias en un deliberado intento de conocer el pasado y conseguir una reconstrucción verosímil de una porción específica de la historia. En su minucioso trabajo, el italiano brinda el conocimiento orgánico de un mundo desaparecido, las leyes que rigieron su vida social y sus transformaciones y las condiciones en que tuvo lugar la gran metamorfosis de la estructura económica que dio como resultado la esclavitud en Grecia, Roma y el mundo cristiano, con todas sus causas y consecuencias. Que el ocaso del atroz sistema en el mundo antiguo fue debido al progreso y triunfo del cristianismo; a la filosofía estoica en especial, a la formación de una más elevada conciencia ética que destruyó su fundamento moral; a un bien meditado principio utilitario, o, por último, a las invasiones de los bárbaros son explicaciones con las cuales no se contentó quien quiso llegar al fondo del problema y contemplarlo en sus varios aspectos. Muy por el contrario, Ciccotti rompe el mito que sostiene que con la propagación de las místicas y solemnes voces mesiánicas, los grillos de los esclavos cayeron hechos pedazos y la servidumbre fue borrándose como la pesadilla de un agitado sueño. Su trabajo no intenta calmar la inquietud de quienes no encuentran otra explicación más razonable ni convencer a los que no pueden, o no saben, buscar las causas íntimas de uno de los fenómenos más complicados de la historia. Su trabajo sólo busca plasmar la verdad.