La revisión que el feminismo viene haciendo desde hace décadas del problema de la violencia sexual ha adquirido en los últimos años un notable interés mediático y social a raíz del movimiento #MeToo y de casos como el de “La manada”. En un ambiente profundamente agitado, los discursos y manifestaciones públicas se multiplicaron y poblaron de eslóganes como el No es no o Solo un sí es un sí. En este clima de indignación, muchos expertos y políticos creyeron recibir el encargo ?o la oportunidad? de realizar una reforma del Código penal como la presentada en nuestro país a comienzos de 2020 y que incluye una definición explícita y más exigente de qué debe entenderse legalmente por un consentimiento sexual.

El presente estudio quiere contribuir al previsible debate político, jurídico y social de dicha propuesta. Mediante una revisión en profundidad de los debates sobre la doctrina del consentimiento afirmativo en el ámbito anglosajón desde los años setenta hasta la actualidad, el objetivo de este trabajo es conocer y comprender el origen, justificación y horizonte de este tipo de planteamientos; analizar sus posibilidades de éxito y transformación social, así como sus debilidades, contradicciones y peligros. Se concluye que esta doctrina oscila problemáticamente entre una versión blanda o liberal y una más fuerte o radical. Si la primera apenas supondría cambio alguno respecto de la situación actual, la segunda conduciría a un cambio seguramente excesivo para los estándares políticos y legales de las sociedades modernas.