En el libro La crisis y las autonomías, editado por la Fundación de las Cajas de Ahorros, Víctor Pérez-Díaz, Josu Mezo y Juan Carlos Rodríguez describen e interpretan los datos de una encuesta de opinión –representativa de la población española (1.429 entrevistas) y realizada en septiembre de 2011– , cuyo cuestionario fue específicamente diseñado por los autores,con el fin de investigar las actitudes y los sentimientos de la sociedad española respecto a una serie de cuestiones clave en el marco de la actual crisis. Entre estas cabe destacar:
Las expectativas sobre la gravedad y la duración de la crisis, así como su incidencia en la propia vida y la familia.Las responsabilidades políticas de los problemas que han provocado y están prolongando la crisis.Las estrategias de resolución de la crisis y el apoyo a medidas de reforma para superarla. El respaldo social al modelo de organización territorial plasmado en el Estado de las Autonomías y a su funcionamiento efectivo, incluyendo el reparto de competencias, el sistema de financiación,el control del gasto público (déficit y deuda) y la gestión de las políticas públicas.Las tensiones interterritoriales y el papel de los políticos en ellas.Los sentimientos de identidad colectiva de la población.Los datos de opinión sobre estas cuestiones se exponen en el contexto de una discusión que tiene en cuenta tanto resultados de encuestas previas –algunas realizadas por los propios autores, y otras por diversas instituciones públicas, sobre todo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)– como argumentos teóricos extraídos de obras de referencia académica sobre la sociedad civil, la organización de los sistemas políticos y la legitimación de las democracias. Según la premisa fundamental de Pérez-Díaz, Mezo y Rodríguez, la importancia de conocer las opiniones y las razones de la sociedad estriba en que su participación en el debate público es imprescindible no sólo porque en ella reside, al fin y al cabo, la soberanía nacional, sino también porque las elites –políticas, económicas, sociales y mediáticas– han demostrado una capacidad muy limitada para plantear adecuadamente y resolver los problemas de las sociedades complejas, en particular antes y durante la crisis en la que se encuentran inmersas desde 2008. De acuerdo con los hallazgos empíricos de Pérez-Díaz, Mezo y Rodríguez, la sociedad española percibe la gravedad de la crisis y no alberga expectativas de una rápida recuperación. A la altura del otoño de 2011, el grueso de la ciudadanía entendía la necesidad de las políticas de consolidación fiscal y de algunas reformas estructurales, así como también la legitimidad de las instituciones europeas para supervisar la evolución de la economía e incluso intervenir en caso de incapacidad de los Estados miembros para recortar el déficit público en un plazo razonable. En cuanto al sistema de las autonomías, que ya en las fechas de la encuesta aparecía como un factor agravante de la crisis, la sociedad española lo acepta mayoritariamente como forma de organización territorial del Estado. Sin embargo, critica los problemas de coordinación entre las autonomías, así como su falta de transparencia, al tiempo que muestra un escaso conocimiento de cuestiones tales como el reparto de competencias o el sistema de financiación. Ahora bien, esa aceptación del sistema autonómico coexiste con un notable orgullo por la historia común española de las últimas décadasy con una clara superioridad de las posiciones identitariasplurales y no excluyentes (la mayoría de los entrevistados se sienten, con diversos grados de intensidad, tanto españoles como de su propia comunidad). Es cierto que en este panorama de respeto al marco de organización autonómica y deseo mayoritario de hacer prevalecer la solidaridad entre las autonomías y la igualdad entre los residentes en las diferentes comunidades autónomas, destacan las posiciones de los habitantes en el País Vasco y Cataluña, claramente más identificadas con el proyecto autonómico, y más deseosas de reforzarlo. Con todo, ni en esos territorios ni en el resto de España considera la sociedad que las diferencias entre las respectivas poblaciones sean tan significativas como para impedir su manejo pacífico y razonable, sin tensiones ni dramatismos que, a juicio de los entrevistados, responden generalmente a intereses políticos, más que a auténticas realidades sociales.El libro de Pérez-Díaz, Mezo y Rodríguez se completa con dos anexos que, en virtud de criterios de transparencia del proceso de investigación y de validez y fiabilidad de sus resultados, incluyen el cuestionario de la encuesta, las frecuencias de respuesta atodas las preguntas y la ficha técnica de la encuesta.
ÍNDICE:
Capítulo 1. La crisis económica 1. Objetivo del estudio y plan del libro 2. Datos básicos sobre la crisis española y el papel de las autonomías 3. La crisis económica vista por los españoles: un resumen 4. El balance de estos últimos años: una crisis que ha ido a peor 5. Responsabilidades, causas y medidas a tomar 6. Conclusiones: grados significativos de realismo, coherencia y consenso Capítulo 2. El funcionamiento del sistema de las autonomías 1. Acuerdo con la idea general del sistema autonómico, y división de opiniones sobre varios temas 2. Falta transparencia 3. Aquiescencia crítica: dudas sobre la eficacia económica del sistema autonómico 4. Dudas sobre la eficacia política del sistema de las autonomías Capítulo 3. Sentimientos, identidades y sistema de las autonomías 1. Sentimientos de identidad y pertenencia, incluida la pertenencia a España 2. La dudosa equidad del sistema de financiación 3. El manejo de las diferencias lingüísticas 4. Manejando las “mayores diferencias”: Cataluña y el País Vasco Conclusión. La opinión ciudadana y el manejo de la crisis y de las autonomías