Actualmente las autoridades públicas tienen un papel muy relevante, a todos los niveles, en los asuntos económicos y sociales de las distintas economías. Como consecuencia de ello, se hace necesario disponer de métodos que permitan evaluar los efectos que la actividad pública tiene sobre el resto de sectores que conforman la economía de un país, proporcionando información útil a los responsables de formular la política gubernamental que es de interés general para la comunidad. En sentido amplio, la actividad pública incide sobre la sociedad a través de dos vías. Por un lado, recaudan fondos a través de la imposición, compran y proporcionan servicios, toman dinero a préstamo, etc... Todas estas operaciones tienen un impacto sobre la economía preciso y que se puede medir en términos cuantitativos, no sin relativa dificultad. Por otro lado, las autoridades públicas pueden influir también mediante su capacidad para regular o ejercer el control sobre determinadas actividades, no pudiéndose evaluar los efectos de esta actividad mediante el análisis de los ingresos y gastos públicos.