La biográfica trata de plasmar, en sesenta y ocho mosaicos, la vida torera de Juan Belmonte, enmarcándola dentro del contexto de sus distintas épocas, con un doble propósito: rescatarla de la deliciosa novelería que envuelve su figura literaria, dotándola del necesario rigor documental, y sacarla del museo donde tantas historias se congelan sin vida, con la idea de hacerla respirar, sentir y palpitar para que la percibamos tan próxima como nuestra. Cierra esta parte, a guisa de intermedio, un capítulo dedicado a la muerte del torero.

La ensayística se propone, mediante un sistema de mosaicos semejante al anterior, abordar las claves de la revolución belmontina en todas sus facetas - desde la del ruedo propiamente dicha hasta la ganadera o la económica a que dio lugar -, esperando dar materia de reflexión al aficionado para que, racionalizando su enorme trascendencia, la mantenga viva y alejada del tópico.

A un siglo de su alternativa, la figura de Juan Belmonte se agiganta y consolida como la singularidad más radical de toda la historia del toreo. Este libro pretende dejar constancia de ello.