Joaquín Dicenta (1862-1917)Novelista, periodista y dramaturgo capaz de llevar la vida de la calle a escena por vez primera en España en Juan José, incidió en la importancia del divorcio en Luciano y mostró la alienación política y la dureza de la minería en Daniel. Pionero del periodismo de investigación, del libro íntimo de viajes y proto feminista se encuadra dentro de la generación de la Gente Nueva, junto a Luis Bonafoux, Miguel Moya o Rosario de Acuña, abanderados de la libertad de expresión y de la defensa de los derechos intelectuales a través del Trust de Prensa, de la Asociación de Prensa de Madrid y de la Sociedad de Autores de la que después surgiría la Sociedad General de Autores. Personalidad volcánica, este luchador infatigable por los derechos humanos y amante de la naturaleza ha sido víctima de un terrible oscurecimiento. Mal leído y peor conocido, sufrió las iras del Noventayochismo por su libertad sexual y la elección de sus compañeras, mujeres libres e independientes; más tarde, el franquismo le descalificó y después, una errónea catalogación basada en juicios ucrónicos y modas le redujo a autor social castizo y bohemio dipsómano.Su verdadera dimensión empieza a descubrirse ahora.