El derecho ya no es lo que era ni será lo que es. El sistema de fuentes de una mayoría considerable de ordenamientos jurídicos –incluidos los latinoamericanos, con excepciones mínimas– se han abierto hacia el derecho internacional por mandato de las propias normas fundantes; o sea, de sus propias constituciones. Dicha apertura ha generado un cambio sin precedentes en las categorías del derecho, en general, y en el derecho constitucional, en particular. Un derecho constitucional ahora articulado con un derecho internacional, que en los últimos años ha experimentado un vertiginoso dinamismo, a la par de su fragmentación, con la proliferación de centros autónomos de interpretación.

Las consecuencias están a la vista: la cohabitación en la jurisdicción estatal, junto al respectivo derecho nacional, de diversos sistemas jurídicos autónomos que se influyen recíprocamente. La unidad interpretativa se ha perdido. En su lugar, encontramos una pluralidad que se referencia en un coro de voces que hacen conocer el significado de normas. Sobre todo las que regulan derechos, que otrora
tenían solo reconocimiento formal en el texto constitucional y cobraban vida en la voz de un único intérprete, el reconocido como guardián de la Constitución.

La obra del profesor CIPPITANI, reconocido académico italiano vinculado desde siempre a América Latina a través de su actividad docente e investigadora en la región, nos permite acceder a un documentado estudio sobre las transformaciones actuales que afectan el conocimiento del derecho. El ámbito propuesto para el debate no es menor; se trata de determinar el alcance de las mudanzas operadas en
los métodos clásicos de interpretación y cómo fluyen en la creación de un derecho de la integración que se presenta como instrumento de integración regional. Precisamente, el campo de estudio que propone nuestro autor está dominado por el análisis de las dos corrientes jurídicas supranacionales centrales para entender el cambio actual: la integración regional y la protección internacional de los derechos humanos.