Esta obra presenta un nuevo andamiaje para interpretar el derecho en general, desde una perspectiva interna, inmanente, que el autor denomina sistémica, en oposición a las vías tradicionales usadas en lateratura jurídica, en este caso, caminos o procedimientos sistemáticos. Esos caminos históricamente utilizados han desarrollado de manera paralela u horizontal a cada concepto, figura o institución jurídica, dejando a un lado la reflexión interna, vertical que el autor del libro nos propone. Esto es así porque ningún concepto deja de implicar irremisiblemente a otros conceptos, porque no existe concepto alguno que pueda ser considerado como enteramente aislado o separado de los demás. Pues bien, debido a la conexión objetiva de los procesos existentes, en el concepto Derecho se encuentra contenida la implicación de otros conceptos, más generales que aquellos que constituyen directamente sus términos. Por la vía lógica, o bien por la vía filosófica, con el auxilio de la metódica y la síntesis que nos proporciona la teorética, habremos de encontrar la interpretación sistémica del Derecho. Nos ayuda la circunstancia de que todo ordenamiento jurídico se comporta como un sistema, entonces, desde esta perspectiva también habrá que implicar tal concepto dentro del derecho mismo, circunscribiendo este desgajamiento hasta las categorías internas que desde sus orígenes han orientado al Derecho. Tal afirmación es el punto metodológico de la teoría que aquí se desarrolla. Se da cuenta del comportamiento del orden jurídico como sistema, sus partes interrelacionantes, la diversidad social y el soporte básico de tal orden, desde la perspectiva del derecho en general, que permita explicar, de manera integral, el Derecho como sistema. Este ya no se concibe como un conjunto de normas aisladas sino como un sistema de operaciones que maneja esquemas propios. Es una poderosa maquinaria de selección y genera una lógica peculiar para dar respuesta a sus problemas, dado que en su autopoiesi