En su versión moderna, el Tribunal del Santo Oficio se creó inicialmente para resolver los problemas planteados por los falsos conversos judíos, pero a lo largo del tiempo encontró motivos para actuar y vigilar nuevas "desviaciones" ya fuese en los moriscos, como sobre todo en los efectos de la reforma luterana. Bajo esta triple perspectiva júdeo-morisco-luterana dilató tanto su campo de acción que acabó por considerar también competencias sobre la censura de libros, imágenes, representaciones religiosas y sobre el control de las "cosas vedadas" y moneda que pasaban por las fronteras marítimas y puertos secos.

La parte oriental del Obispado de Cuenca (hoy perteneciente a Valencia) era un vasto territorio de más de 1700 km. cuadrados que abarcaba los actuales términos de Utiel, Requena, Camporrobles, Venta del Moro, Fuenterrobles, Villagordo del Cabriel, y Caudete de las Fuentes, más el de Mira. Una comarca fronteriza que ha estado desde la antigüedad cruzada por importantes caminos que comunicaban no solo las capitales de dos importantes reinos (Castilla y Valencia) sino con La Mancha y Aragón. Además, en Requena existió un importante Puerto Seco por donde circulaban mercancías y gentes de todo tipo y condición. Esta obra pretende analizar cómo afectó la actuación del Tribunal del Santo Oficio sobre las gentes comarcanas pero también sobre aquellos forasteros de paso, sus ideas, sus prácticas religiosas y sus mercancías.