Funcionarios de Dios y de la República propone una historia política de la primera mitad del siglo XIX leída desde el registro del clero secular y de la Iglesia, Analiza cómo el clero -garante y portavoz de la única legitimidad que sobrevivió a la tormenta revolucionaria- participó activa y directamente en la construcción de la nueva entidad proporcionando los fundamentos teóricos al nuevo sistema, colaborando en su legislación y resolviendo problemas de gobierno, así como también justificando desde los lugares que les estaban reservados (púlpitos, confesionarios, escritos periódicos, entre otros) lo actuado por sus pares civiles. Si la revolución de la independencia se hizo en nombre de un nuevo sujeto soberano y de una nueva república, a partir de 1820, con la disolución del Estado central, el poder político de Córdoba - basándose en la legitimidad brindada por la teoría de la retroversión de la soberaníaconstruyó un orden que en mucho recordaba al de la colonia. La imbricación entre Estado, Iglesia y sociedad, típica del orden colonial, fije agilizada por el ejercicio del patronato, tal como lo muestra la experiencia de la provincia-diócesis de Córdoba, aquí estudiada.