El nacimiento de la fotografía coincidió con los importantísimos debates sobre los modos de construir y conservar la memoria del pasado, para los que la reproducción fotográfica se convirtió en una esperanzadora herramienta, en especial para la arquitectura. La relación entre ambas disciplinas implica el análisis de aspectos conceptuales, históricos, técnicos y estéticos que vincularon la fotografía con la representación de la arquitectura desde que François Arago diera a conocer el daguerrotipo en 1839. Fotógrafos convertidos en arquitectos especializados en mostrar la piel de la arquitectura y arquitectos convertidos en fotógrafos para poder estudiar, documentar y publicitar sus obras se presentan como protagonistas de una historia hasta ahora inédita en nuestro país.

Junto al análisis y la contextualización de la fotografía europea de arquitectura, se destaca, en este libro, el importante papel, ahora recuperado, que tuvo, en este género fotográfico, la representación de la arquitectura española, ya sea por medio de nuevos análisis de fotógrafos de referencia, como Charles Clifford o Jean Laurent, o a través del descubrimiento de otros completamente desconocidos hasta ahora, de los que se reconstruyen sus trayectorias y obras.