El 1772 se trasladó a Zaragoza donde, protegido por la Sociedad Aragonesa de Amigos del País, estudió la forma de mejorar la industria de la seda, inventando un nuevo torno para el hilado de la seda y un método para su hilado en agua fría.

Sus investigaciones y trabajos tanto en la industria sedera como en los trabajos agrarios en general, le valieron el ingreso en la Academia de Artes y Ciencias de Barcelona, de la Real Sociedad económica matritense y de otras sociedades europeas.

Ya bajo el reinado de Fernando VII, fue nombrado Visitador de las fábricas de Madrid y su provincia, delegado de Junta general de comercio, monedas y minas, y secretario y bibliotecario del Real conservatorio de artes, cargos que ocuparía hasta su muerte ocurrida en Madrid en 1838.

Cuando Antonio Regás inició sus trabajos para la formación de la Estadística de la provincia de Madrid, ya tenía cierta experiencia en este campo puesto que, según comenta en la Advertencia de la obra, había colaborado en la formación de las estadísticas del Reino de Aragón y de la provincia de Soria

Aunque el año de publicación de esta Estadística es el de 1835, la información necesaria para esta estadística se recabó entre los años 1824 y 1825 en base a las contestaciones de un formulario diseñado por el propio Antonio Regás y que se remitió a las autoridades civiles y eclesiásticas de los pueblos de la provincia con el respaldo del intendente de la provincia de Madrid.

La obra se presentó en forma de diccionario geográfico conteniendo las descripciones particulares de cada uno de los pueblos pertenecientes a la provincia de Madrid según la división provincial de 1822, complementado con una tabla con las producciones agrarias y ganaderas y el número de vecinos de cada pueblo junto al número de vecinos.