Esta obra tiene como objetivo cuestionar si en nuestro sistema jurídico el trabajo por cuenta propia es una forma estable de empleo que se perfila como alternativa real al trabajo asalariado permitiendo la incorporación o el mantenimiento en el mercado de trabajo. Esto es, si más allá de declaraciones políticas insertas –de ordinario– en el discurso a favor del Emprendimiento (impulsado desde la UE y concretado en diversos Planes y Programas de Acción), el marco normativo está caminando en esta dirección, en qué aspectos no lo está haciendo y cuáles serían las líneas de mejora. Punto de partida en el recorrido que se realiza es, lógicamente, el Estatuto del Trabajo Autónomo de 2007 objeto después de varias reformas normativas (muy especialmente Ley 31/2015) y de interesantes interpretaciones judiciales. Ahora bien, las Políticas Públicas de activación del empleo por cuenta propia no se limitan al diseño de un Estatuto de derechos más o menos atractivo sino que precisan también de la constatación normativa de la socialización del riesgo que tales apuestas suponen y ello se concreta en reformas a nivel societario, fiscal y, de forma señalada, en el campo de la protección social (a través de la relación de cotización, básicamente). En la relación de protección, por su parte, se aprecia con particular intensidad la realidad de dos formas de empleo y se potencian las interconexiones entre ellas: ampliación de la capitalización de la prestación por desempleo, capitalización de la prestación por cese de actividad, ensanchamiento de las posibilidades de compatibilizar prestación por desempleo y actividad por cuenta propia y recuperación de la prestación por desempleo anterior ante una experiencia de autoempleo fallida.