La creación de la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente nace para satisfacer la necesidad de protección de un colectivo, presente en nuestro tejido productivo, y que, antes de la Ley 20/2007, reguladora del Estatuto del Trabajo Autónomo, no tenía amparo legal. Hasta ese momento, este tipo de trabajadores eran considerados como autónomos, pero carecían de la necesaria tutela que requieren, sobre todo, por la dependencia económica que presentan ante su cliente principal. En la actualidad, dicha protección viene recogida en la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo, con algunas virtudes y defectos, tal y como se ponen de manifiesto a lo largo de esta obra.
Sin duda, el trabajador autónomo económicamente dependiente tiene retos por delante. Entre ellos, conseguir vencer algunos obstáculos insertos en el quehacer diario de las empresas clientes para las que los mismos prestan su actividad de servicios o de carácter profesional. Estas dificultades que encuentran los trabajadores autónomos económicamente dependientes para su reconocimiento como tales se deben a distintas causas, siendo la principal su cercanía con algunos rasgos que caracterizan el trabajo por cuenta ajena y, por tanto, el riesgo de confusión en la concreción del régimen jurídico aplicable, según apunta una gran parte de la doctrina.
Por ello y, con el objeto de contribuir a la mejora de la seguridad jurídica del colectivo, la autora de la obra, muy consciente de esta circunstancia pero firme en sus convicciones, elabora una meticulosa delimitación del concepto de trabajador autónomo económicamente dependiente, analizando cada uno de los rasgos y características que componen dicho concepto, teniendo en cuenta tanto la nueva regulación del mismo, como la evolución doctrinal y jurisprudencial de la materia.
La coyuntura económica en la que nos encontramos obliga a confiar en los autónomos y en las PYMES la responsabilidad de ejercer como motor de crecimiento que coadyuve también a superar los efectos de la crisis. Como es bien sabido, estamos en un proceso de cambio y las normas no son ajenas al mismo, todo lo contrario, deben acompañarlo. En este contexto de reformas, se han adoptado algunas medidas recientes para fomentar el trabajo autónomo, apoyar al emprendedor, estimular el crecimiento y la creación de empleo. Una gran parte de los destinatarios de tales medidas son trabajadores autónomos económicamente dependientes. Por ello, cualquier obra que aborde con rigor jurídico y profundidad esta materia merece nuestra atención, pues, a la postre, se está contribuyendo a mejorar la seguridad jurídica de un colectivo, el de trabajadores autónomos económicamente dependientes, en la medida en que aporta claridad a la compleja regulación contenida en el Estatuto del Trabajo Autónomo y en otras normas de desarrollo.
Esta obra supone la culminación de un largo proceso de reflexión e investigación de su autora M. Carmen Aguilar Martín, iniciado en septiembre de 2007 y dirigido por mí, en una estrecha colaboración con la doctoranda y profesora del Área de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Zaragoza, dentro del marco del Proyecto de Investigación «Derecho del Trabajo y Crisis Económica: del diálogo social a las intervenciones normativas en las relaciones laborales», financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
Los méritos de esta obra vienen refrendados por el Tribunal que juzgó el trabajo previo, integrado por los profesores doctores D. José Luis Monereo Pérez (Presidente), D. Cristóbal Molina Navarrete, D. José Ignacio García Ninet, D.ª María Nieves Moreno Vida y D.ª Rosa Quesada Segura. En su valoración se ensalzaron algunas virtudes del mismo como la claridad, la rigurosidad y la complejidad del tema elegido. Por ello, mereció la máxima calificación otorgada por unanimidad de los miembros del Tribunal.