El de resinero es un oficio tradicional que ha marcado el carácter de sus gantes, condicionando su visión del mundo y de las cosas, convirtiéndose a través de los siglos en una dura, noble y solitaria labor desempeñada por aquellos a quienes el autor llama cariñosamente los hijos del monte. Y es que desde tiempo inmemorial, el ser humano ha establecido con el pinar una serie de vínculos que definen su forma de entender un paisaje forestal, que se desarrolla en su máxima dimensión en el segoviano y verde mar de Tierra de Pinares. A lo largo de estas páginas, el autor va desgranando la forma en que los bosques de pino han ido evolucionando, arañados por las manos de hombres y mujeres que han hecho de su vocación resinera una particular forma de vida, jugando un papel decisivo en el desarrollo de un oficio y una industria que, a pesar de haber sido abandonada a mediados de los años 80 del siglo pasado, ha resurgido con fuerza en el siglo XXI. Para los amantes del monte y sus habitantes, esta obra contiene un sinfín de historias pinariegas, narradas en muchos casos en primera persona, que expresan claramente el sentir del mundo rural y cuentan sus vivencias, dramas, alegrías y acontecimientos sucedidos en el monte. Por su parte, el profesional del pinar descubrirá la metodología clásica empleada por generaciones de veteranos resineros así como las novedosas aportaciones de sus sucesores, buscando unos y otros la obtención de ese preciado oro que es la resina. Raúl Martín Vela ha desempolvado documentos arqueológicos, históricos y etnográficos y ha registrado horas de grabación con entrevistas a quienes vivieron un interesante y desconocido capítulo de la historia reciente de la provincia de Segovia. Sirva este trabajo como recuerdo y homenaje a sus montaraces protagonistas.