Una prospección realizada en el Cerro del Molinete de Cartagena por el Dr. Ivan Negueruela, en el año 2000, permitió identificar los restos de los “magníficos” Palacios de Asdrúbal en Carthago Nova, a los que hace referencia Polibio, cuyo desconocimiento hacía que se dudara de su existencia. Su estudio ha permitido reconstruir gran parte de la planta y de la volumetría de esta soberbia construcción, en gran medida excavada en la roca, así como identificar su elaborado trazado geométrico.

Los Bárquidas llevaron a cabo en Hispania una política imperialista que siempre ha sido valorada y que les permitió enfrentarse a Roma en la Segunda Guerra Púnica. De esta política, de tradición helenística, existen numerosos testimonios históricos, pero hasta ahora se desconocía su reflejo en construcciones monumentales, como la que esta obra ha dado a concer.

Esta monografía, titulada El Magnífico Palacio de Asdrúbal en Cartagena, da a conocer este singular monumento y las peculiares características que ofrece. Su planta era triangular y de enormes dimensiones, pues alcanzaba los 250 m de largo por 150 m de anchura. Ofrecía un complejo diseño geométrico basado en un sistema sexagonal y en el uso de triángulos y rectángulos trazados con un codo oriental de 48,9 cm, también documentado en otros monumentos púnicos. Además, este impresionante monumento estaba tallado en la roca del Cerro del Molinete, lo que acentúa su grandeza y peculiaridad, además de contribuir a que sus restos se hayan conservado hasta nuestros días. El grandioso Palacio de Asdrúbal estaba estructurado en siete terrazas escalonadas, a las que daban las diversas estancias y servicios del palacio: salas de representación, ámbitos de audiencia y ceremonia, dormitorios, almacenes, rampas de acceso, etc., así como el Templo de Atargatis, situado en su cumbre y asociado al resto del monumento.

El Palacio de Asdrúbal en Carthago Nova ilustra los complejos conocimientos sobre Astronomía, Geometría, Topografía del mundo púnico, que denotan influjos del mundo oriental y de la arquitectura helenística posterior a Alejandro Magno, como evidencian sus estructuras y su carácter monumental, por lo que constituye un auténtico ejemplo de la arquitectura imperial bárquida, prácticamente desconocida hasta esta publicación.