¿Por qué proponer una reflexión sobre el Estado denominado transicional? La respuesta se encuentra en los capítulos que componen esta obra, mismos que pretenden justificar la investigación propuesta hace algunos años.

El periodo en estudio inicia con la caída del Muro de Berlín; ese hecho pertenece a esta historia nueva, imprevista e incierta, pero al mismo tiempo novedosa y prometedora de perspectivas por definir. No obstante, lo más significativo son, creemos las pretensiones de configurar zonas o regiones de exclusividad económica bajo reglamentación jurídica con obligaciones comunes para los países participantes.

Entre las pretensiones que aún no definen el futuro con claridad, pero que lo anuncian, existen lo que denominamos como transicionalidad. Sin embargo, el sujeto componente del concepto que da nombre al libro es el Estado. ¿Qué podemos decir de este complemento idiomático en nuestra historia abierta con la caída del Muro de Berlín?

Al Estado lo concebimos en un proceso tendencial a partir del escenario presente y de otro previsible en el corto tiempo. La tendencia en la que se encuentra es la de constituirse en un Estado universalizante, en virtud de que en el ámbito político internacional se ha estado proponiendo una entidad de poder con amplitud suficiente para que se resuelva problemas de alcance universal. Dicha tendencia se irá proponiendo como alternativa al Estado nacional, adecuado para una época, pero que en la actualidad tiene a ser superado.