Jim Acosta nunca quiso ser la noticia. Acosta, un veterano reportero conocido por sus preguntas difíciles y directas, había sobrevivido a la campaña presidencial de Trump en 2016 pensando que ya lo había visto todo. Pero, cuando Trump se preparaba para jurar el cargo, Acosta se encontró en un territorio inesperado: no estaba dispuesto a tolerar los constantes ataques de Trump a la prensa y a su cadena, la CNN, de modo que, sin quererlo, se encontró en el ojo del huracán de la guerra que Trump había declarado a los medios de comunicación. Lo que comenzó en las semanas anteriores y posteriores a la llegada de Trump a la Casa Blanca fue intensificándose de manera dramática durante sus dos primeros años de mandato, a medida que se agravaban las consecuencias por enfrentarse a la Administración Trump y los peligros personales para los periodistas que se atrevían a desafiarle.

En El enemigo del pueblo, Acosta cuenta por primera vez la historia completa de su experiencia cubriendo la campaña y la Administración Trump, y ofrece una visión desde dentro para explicar cómo el presidente Trump ha utilizado su guerra contra los medios de comunicación para socavar el tejido de la democracia. Acosta nos muestra los entresijos de los principales escándalos de la Administración Trump y relata las mentiras y los ataques para mostrar el verdadero coste de la retórica de Trump, que ha dado pie a algunas de las fuerzas más oscuras de la vida política estadounidense. Acosta también detalla lo que supone convertirse en el corresponsal más odiado por el presidente y por qué, a la vista de semejantes ataques, ha mantenido una controvertida estrategia de enfrentamientos con la Administración Trump; una estrategia que le ha hecho correr un gran peligro profesional y personal y le ha convertido en el blanco de la venganza de la Casa Blanca.

A través de entrevistas, transcripciones, escaramuzas y encontronazos con algunas de las figuras más polémicas de la Administración —Sean Spicer, Jared Kushner, Sarah Huckabee Sanders, Reince Priebus, Steve Bannon y Stephen Miller entre otros—, Acosta nos ofrece una crónica inquietante y oportuna de la lucha diaria por lograr que la Casa Blanca de Trump se responsabilice de sus palabras y de sus actos. En una época en la que la hostilidad hacia los medios de comunicación ha alcanzado unas cotas sin precedentes y las amenazas a los periodistas van a peor, El enemigo del pueblo sirve para recordarnos que las palabras y los hechos importan y que, aunque sea una época peligrosa para contar la verdad en Estados Unidos, la verdad es más importante que nunca.