Ante la evidente necesidad político criminal de tipificar el blanqueo de capitales, la presente monografía analiza el bien jurídico protegido con su conminación penal en el Código penal español, las conductas típicas y el objeto material del delito. Ciertamente, las acciones descritas en el artículo 301 no constituyen un paradigma de concisión y exactitud. El desmesurado ámbito de aplicación de la norma se reduce teleológicamente, en este estudio, para reconducir su interpretación hacia el respeto a los principios penales. También el objeto material del delito, de conformidad con los documentos internacionales a la luz de los que debe entenderse, resulta amplísimo, pues al no preverse que el valor de los bienes alcance una cierta entidad abarca desde los negocios de bagatela hasta el blanqueo de un céntimo de euro. De nuevo, en esta obra se restringe el tenor del artículo 301 mediante una lectura correctora que atiende al bien jurídico protegido y respeta el principio de insignificancia. Igualmente, se aborda el conflicto que surge entre la prohibición del blanqueo y los derechos tanto del imputado a elegir libremente un abogado como de los letrados al libre ejercicio profesional, en el que insiste la propuesta de tercera Directiva sobre el blanqueo, cuya adopción sin demoras se solicita actualmente a pesar de que los colegios de abogados están poniendo en tela de juicio, ante los tribunales belgas y polacos, las obligaciones derivadas de la segunda Directiva. Asimismo, se analizan los peligros que comporta la ampliación, por la reforma de 25 de noviembre de 2003, de los hechos previos a cualquier actividad delictiva y su discordancia con la legislación preventiva, puesto que tanto la Ley 19/2003 como el Real Decreto 54/2005 sólo admiten la entrada en juego de la normativa administrativa ante delitos castigados con prisión superior a tres años. Finalmente, se estudia la novedosa remisión expresa al comiso específico en materia de drogas, que establece una más que di