Como otros de su especie, e incluso de forma particularmente significativa, el Discurso de las letras humanas llamado «El Humanista» de Baltasar de Céspedes — explica Mercedes Comellas en su introducción— presenta un doble problema editorial que quizá haya tenido que ver con la desatención de los estudiosos: la reunión en sus páginas de disciplinas muy diversas —asunto que afecta a su anotación e interpretación— y la compleja red manuscrita de testimonios que han llegado hasta la actualidad —que afecta al análisis ecdótico del texto.
Ambas dificultades —continúa la editora— merecen la pena ser afrontada para disfrutar del panorama que proporciona: una de las mejores atalayas para observar la erudición humanística viva en su tiempo, y desde cuya perspectiva se puede repasar lo que había sido en los años más brillantes del Renacimiento español y lo que ha empezado a ser la erudición del Barroco.
«La páginas del discurso presentan valiosos materiales para quien se proponga mostrar un panorama del Humanismo español hasta los días de Céspedes esmaltado con los nombres entonces más prestigiosos», señala Francisco Rico.