El Museo de Bellas Artes de Córdoba reúne entre sus fondos una de las colecciones de dibujos más relevantes del país, aglutinando obras que van de los siglos XVI al XX. De entre la numerosa nómina de artistas representados, asoma la figura del protagonista de esta exposición, el escultor francés Juan Miguel Verdiguier, como uno de los más notables exponentes que brilló en el panorama artístico cordobés de la segunda mitad del siglo XVIII. Formado en París y Roma, fue uno de los artistas franceses que contribuyeron con su obra a la llegada a España de las nuevas corrientes estéticas ya arraigadas en Italia y Francia. Tras fundar la Academia de Pintura y Escultura de Marsella, se traslada a Córdoba donde encontró la protección del obispo Martín de Barcia, bajo la cual realizó sus más importantes obras, entre las que me gustaría destacar los nuevos púlpitos de la catedral y el Triunfo de San Rafael. Nuevos encargos le llevaron a Jaén y a Granada, ciudades donde se instaló temporalmente, retornando a Córdoba al final de su vida.