Ricardo Hurtado Simó se preocupa del movimiento feminista como hombre sensible y también como historiador, pues de algo le ha servido nacer entre libros, siendo sus padres, además, trabajadores que cultivan el ejercicio de leer como profesión y como disfrute, que también existen gentes con tan extraña fortuna. Esta es la rica herencia recibida y la promotora de una de sus inquietudes: el pensamiento feminista.
En sus trabajos como investigador y traductor, Ricardo Hurtado se paró frente a la figura de Sophie de Grouchy, marquesa de Condorcet, de la que quedó evidentemente prendado. Le pareció interesante su trabajo Cartas sobre la simpatía, y se dispuso a traducirlo al castellano, ya que  no había hasta entonces ninguna edición en castellano. ¿Por qué? Él mismo nos facilita el argumento: «El tema del texto (Cartas sobre la simpatía) consiste en la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres argumentado contra aquellos que afirman la superioridad del hombre y niegan que las mujeres puedan tener los mismos derechos que los hombres, con todo lo que eso conlleva». Para aquellos que disfrutan argumentando que las mujeres no se guían por la razón, les anima a persistir en esa perogrullada: las mujeres no se guían por la razón (masculina), porque ellas «tienen su propia razón».

En el trabajo de Sophie de Grouchy, nos cuenta el editor y traductor, «tras esta apología de la igualdad entre sexos, se oculta una dura crítica a la educación, la cultura y la política...».

Para este oportuno rescate de texto, Padilla Libros ha preparado una edición de cuidadosa composición tipográfica, como era conveniente, para celebrar la publicación de este interesante y curioso texto del siglo XVIII.