El autor, enamorado de la Historia, hurga mediante el presente trabajo en la gigantesca figura del César Carlos, buscando su hispanización. Carlos de Gante, el Príncipe Borgoñón que sin dejar de serlo, cierra la gran obra de unidad de los reinos hispanos perseguida por sus abuelos maternos, los inigualables Reyes Católicos.

Y aún habrá de alcanzar la imperial Corona de Carlo Magno, Carlos de España, como le refiera, Solimán el Magnífico.

Carlos de Gante, para quien la Historia habrá de escribir miles de sus mejores páginas. Prototipo de Rey-soldado, la espada del orbe católico, quien por mor de la defensa de los intereses del Imperio dejó exhausta a Castilla, segando su eventual desarrollo.

Carlos de Gante, el único Emperador de Dos Mundos, desengañado del poder, consciente de haber agotado su tiempo, madrugador abdicante de sus Reinos y Señoríos y aún del Sacro Imperio, decide su retiro, preparador de su humano final, en un palacete que ha ordenado construir junto al monasterio de los Jerónimos. Final facilitado por la malaria al contraerla en tan solitario paraje.

Carlos de Gante, nacido Borgoñón, y sin dejar de serlo, siendo ya Rey de Romanos y hasta su última noche en su anhelado Yuste, se sentirá profundamente hispanizado.