Los años anteriores a la muerte de Martín I el Humano presenciaron una acusada conflictividad social, pero la muerte del monarca, ocurrida el 31 de mayo de 1410, sin haber designado sucesor y con el consiguiente vacío de poder, agudizó los disturbios. En Zaragoza y sus términos hubo banderías nobiliarias entre poderosas familias, así como atracos y robos en caminos y campos. Cada localidad de los reinos y soberanías del rey de Aragón arbitró las medidas que pudo para contener tales desmanes. Lo que ocurrió en Zaragoza ha sido transmitido por la documentación municipal, concretamente el más antiguo libro de pregones conservado, de los años 1409 al 1411, que informa además sobre múltiples aspectos de la vida cotidiana (elecciones municipales, vigilancia del mercado, precios de los alimentos, limpieza de las calles, visitas del Papa Luna, episodios de peste, etc.) y que, dada la ausencia de documentación sobre el interregno en la Cancillería real, resulta de gran interés para conocer mejor este agitado período.