A comienzos de 1943, las unidades de la división Das Reich vivieron un notable proceso de refuerzo y reorganización, recibiendo los nuevos carros Panther, entrenando tripulaciones para los Tiger y cubriendo la escasez de carros medios mediante la mejora y puesta en servicio de blindados soviéticos T34 capturados. Ese esfuerzo tenía un secreto objetivo: tras la reconquista de Kharkov y Bjelgorod, los alemanes habían conseguido recuperar parte del territorio perdido el año anterior, pero en la nueva línea del frente quedaba un gran saliente alrededor de la ciudad de Kursk. Este sería el escenario de la ofensiva sobre la que Hilter escribió: "las mejores unidades, las mejores armas, los mejores comandantes... serán enviados a la zona... la victoria en Kursk debe tener el efecto de un faro para todo el mundo". Pero los servicios de inteligencia habían revelado sus planes, y el Ejército Rojo conocía todos los detalles de la operación. No obstante, los carristas y granaderos del SSPanzerKorps protagonizaron un espectacular ataque que puso en serios apuros a los soviéticos. Este libro recoge con extremo detalle las hazañas de aquellos hombres que se batieron en Kursk y en las operaciones posteriores, probando su valor y aprovechando al máximo los medios técnicos que la ingeniería bélica alemana había puesto a su disposición. El verano de 1944 trajo un cambio de frente y un nuevo reto para los soldados de la Das Reich: repeler el desembarco aliado en Normandía; un escenario en el que sería necesario ensayar nuevas técnicas de combate.