FOTOGRAFÍA A FOTOGRAFÍA, esta obra recupera la historia de Vicálvaro desde 1890 a 1975. Tiempo suficiente, pues, para asistir a sus innumerables y sustanciales cambios. El más important todos ellos, quizá, fue pasar de ser un pueblo, del que ya se tiene noticia en un documento del año 1352 sobre el pago de diezmos, a convertirse en 1951, en un barrio anoxionado a Madrid. Asi mismo, las cerca de doscientas imágenes de este libro reflejan las principales fuentes de riqueza de Vicálvaro: primero el campo; luego, el cemento de la fábrica Portland-Valderrivas, cuyas chimeneas fueron el símbolo del paisaje fotográfico durante décadas. No puede olvidarse el magnifico empuje que a esta zona ha dado el ferrocarril, que contaba con una dotación de cuatro estaciones: Vicálvaro (de la compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante) y Vicálvaro-La Ristra, Empalme y La Fortuna (del Ferrocarril del Tajuña). El patrimonio arquitectónico del ahora distrito del sureste -iglesias, viajes de agua y el edificio del Ayuntamiento, volado con dinamita en 1974- queda patente en estas páginas, en las que también se muestra la dramática huella dejada por la Guerra Civil y las historias sencillas de los vicalvareños: sus escuelas, fiestas, bandas de música, agrupaciones deportivas y actividades culturales.