Una gran parte de la imagen asociada a las librerías, los libreros y los libros está tan romantizada como lo que se puede encontrar en su interior. Están presentes en esta imagen, sí, el aspecto iniciático, el escenario un tanto apocalíptico de la cultura escrita y el papel del librero como guardián de la misma y de los tesoros olvidados. Sin embargo, a pesar de la retórica de resistencia que rodea al mundo del libro, encontramos también fenómenos estimulantes como el incremento de las ventas y la universalización de la oferta que Internet ha traído consigo o los pueblos de libreros. Este es un libro que habla acerca de la historia y la vida de los libreros y las librerías, y, aunque contiene algunas historias rocambolescas, presenta una situación de normalidad. Habla de la diversidad de la oferta actual, de bibliófilos, bibliotecas, subastas y librerías independientes. Y habla de esperanza, porque mientras haya libros habrá mucho más que lectores.