El arbitraje, como método alternativo de resolución de conflictos, es una herramienta cada vez más utilizada en las relaciones patrimoniales. Muchas de las materias que habitualmente se someten a arbitraje están conectadas con el mundo inmobiliario y con la vida de las sociedades mercantiles. A pesar de ello, no existe en España una mínima regulación de la conexión entre el arbitraje y los Registros de la Propiedad y Mercantiles. Esta laguna normativa dificulta enormemente la relación entre la institución registral y los procedimientos arbitrales, con el consiguiente perjuicio para la seguridad jurídica. Esta obra trata de dar respuesta a esta indeseable situación. El autor, desde su experiencia como registrador, hace un recorrido a lo largo de todo el proceso arbitral desde la firma del convenio, hasta que se dicta el laudo, exponiendo cómo puede ese procedimiento gozar del necesario acceso al Registro y qué efectos provocará la publicidad registral en el proceso arbitral. Este análisis, que abarca incluso a las acciones que pueden ejercitarse frente al laudo, está siempre enfocado a fomentar la conexión entre arbitraje y Registro, tomando como premisa la trascendencia e importancia que ambas instituciones deben tener en una sociedad como la nuestra.