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Iglesia, eclesiásticos y la revolución comunera

Iglesia, eclesiásticos y la revolución comunera

Papel: Rústica
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Resumen

Cuando hablamos de la Revolución Comunera tendemos a olvidar el papel tan conspicuo de los eclesiásticos en esta gesta política, que afectó a los reinos y señoríos de Castilla y de León. Desde Alejandro VI y Julio II los Reyes de España gozaban del Real Patronato de la Iglesia, por el cual la institución eclesial terminó completamente bajo el control de la autoridad de los Príncipes, que desde 1498 habían recibido el título Reyes Católicos para sí y sus herederos por parte de la Santa Sede. Eclesiásticos y religiosos participaban activamente en la vida pública de los reinos castellanos. Y resulta imposible ignorar que figuras puntales de la Guerra de las Comunidades fueron hombres de Iglesia en uno y otro bando. Hombres que arrastraban sus experiencias personales, y sus ambiciones, a los campos de batalla o que obraban con prudencia a la hora de tomar decisiones graves desde el púlpito, el trono y la cátedra. Hombres como el Presidente de la Real Chancillería, el Gobernador Cardenal de Tortosa, o el atrevido Obispo de Zamora, hombres letrados y organizadores d flotas y viajes como Juan Rodriguez de Fonseca, religiosos apasionados que predicaban a la Guerra Justa frente a los defensores de la paz universal; todos ellos participaron en esa época de inestabilidad de autoridad, de cambios y de viejas ideas políticas que se resistían a nuevos tiempos hegemónicos donde el común era despreciado ante los mecanismos del Imperio Universal, de otros. ¿Podemos ignorar que de haber vivido Cisneros, hubiera sido poco probable la Revolución Comunera, como ha sugerido Joseh Perez?
Muchos estudiantes y seminarista, guardaron en su memoria los sucesos desencadenados con la ida de Carlos a Flandes en 1520. Las turbulencias y el desorden, para unos resulto ser características de esta Revolución, mientras para otros fue la derrota de la Justicia y de las leyes del Reino. Los ecos de las comunidades fueron como las ondas concéntricas creadas por la caída de una piedra en un estanque, tanto en Europa como en el Nuevo Mundo.

Presentación de Joseph Pérez.

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