el asesino de la pintura
Miró llega a sugerir en ocasiones la sensación de disimetría entre unas obras estelares, lúdicas, surgidas de un automatismo radical y un sujeto de una aparente sobriedad, sentado plácidamente en su estudio, dándonos la espalda, con las manos entrecruzadas tras la cabeza. ¿Tendrá todo eso ...