De los 46,47 millones de personas que residen en España, 37,87 millones son usuarios de Internet. Eso quiere decir que aproximadamente el 81% de la población española está conectada a Internet. No puede negarse que Internet ha pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana: relaciones personales, sociales y profesionales se forjan y consolidan diariamente a través de este medio virtual. Y como lugar en donde surgen relaciones de todo tipo, también pueden verse comprometidos derechos y libertades. Es por ello que el derecho no puede ser ajeno a esta realidad social en donde se suscita una problemática distinta que la que acaece en el mundo físico, principalmente por sus consecuencias.

El estudio del impacto que tiene Internet en los derechos fundamentales de la sociedad actual no puede omitir la referencia contextual jurídica, dado que ante la inexistencia de un derecho cibernético global, derechos y libertades se ven constantemente comprometidos cuando el ciudadano se conecta a la Red.